Barbie se nos viste de amazona, con menos atributos físicos que la muñeca clásica, e invita alas niñas de más de cinco años a acompañarla por lugares idílicos que recorre a caballo. En este CD se encuentran recogidos todos los tópicos del género, pensados para niñas: colores ‑ el disco es rosita ‑ música, teléfono móvil y todos los aditamentos que conforman el perfil del personaje. En este sentido, no defrauda.
Dejando de lado la estética, un tanto empalagosa, el contenido es un juego sin más, que proporciona la ilusión de cabalgar sin peligro; ante los obstáculos hay que pulsar dos veces el botón izquierdo del ratón, pero si no se hace, no hay nada que temer: el caballo no tropieza ni se cae. Es decir, el realismo queda para otros asuntos. Las supuestas aventuras transcurren en un valle secreto, en el que no se sabe cuándo ni dónde hubo caballos salvajes. Para comenzar a correr, primero hay que elegir entre cuatro caballos ‑ alazán, pío o tordo ‑ y seguir una clase de equitación que enseña a mover el caballo con el ratón o con el teclado. A partir de ahí, las aventuras consisten en buscar algo que brilla, un caballo misterioso, una llave, recoger manzanas, arreglar una valla rota o una campana y buscar la sorpresa que se encuentra al final del arco iris.
A lo largo de los periplos propuestos, siempre se puede parar y hacer una llamadita por el móvil para emergencias o bien para participar en carreras. No falta tampoco una cámara fotográfica y el carnet de socia del club hípico. Este conjunto de caprichitos da una idea más que suficiente de las características de un juego que está muy en la línea del mundo de Barbie. A quien le guste tiene aquí un CD a su medida.