|
Había una vez una niña que se llamaba Claudia. Siempre le estaban riñendo porqué su hermano hacía travesuras y la reñían a ella.
Era simpática, lista, alta y le gustaba mucho estudiar.
Un día fue al garaje a por los patines y vio una luz muy brillante que salía desde el interior del coche. Claudia fue a ver que era esa luz tan atractiva y cuando miró por la ventana vio que era como una puerta, entró en el coche y miró dentro, cuando se dio cuenta estaba en otro sitio. Vio muchos juguetes pero no se lo creía, se dio un fuerte pellizco y seguía allí así que se lo creyó fue a preguntar donde estaba y le dijeron que era imposible que no lo supiera. Y entonces se dio cuenta de que estaba en un mundo de juguetes mágicos.
De repente tuvo una idea genial, y fue a proponérsela al rey de ese mundo. La idea consistía en poder repartir los juguetes que no quería a todos los niños pobres del mundo, entonces ellos se pusieron muy contentos porque así esos juguetes tendrían un buen uso que sería ayudar y hacer felices a los niños pobres del mundo.
Y así lo hicieron, se repartieron todos los juguetes a esos niños y en recompensa a Claudia, le dieron un juguete muy especial...
Erica. |
|