El artista
da un gran ejemplo. Adora su oficio: su más preciosa recompensa es
la alegría de haber procedido bien. Actualmente se persuade a los obreros,
por desdicha suya, a que odien su trabajo y lo saboteen. El mundo sólo
será feliz cuando todos tengan alma de artistas, es decir, cuando todos
sientan el placer de su labor”
Augusto Rodin
El artista da un gran
ejemplo
Como seres
vivos formamos parte de una totalidad en la búsqueda de nuestra interioridad.
Viajes hacia fuera y hacia adentro.
Como un laberinto
sin principio ni fin, llegar al todo desde la nada. Llegar a la nada
desde el todo. Existimos, pensamos. Pensamos, existimos. Como un juego
cíclico, circular, despertar lo dormido, dándole vida incesantemente.
Los artistas
pretendemos expresarnos genuina y auténticamente para lograr obras
con existencia propia y que nazcan en nuestro interior.
Según John
Berger, el artista no es un creador, sino mas bien un receptor. El artista
da forma a lo que ha recibido. En el caso del pintor, su impulso no
procede de la observación ni del alma, sino del encuentro entre el
artista y el modelo. Toda pintura auténtica demuestra una colaboración.
La pintura
es una afirmación de lo visible que nos rodea y que está continuamente
apareciendo y desapareciendo. Tal vez, sin la desaparición, no existiría
ese impulso por pintar, ya que lo visible tendría la fijeza o permanencia
que la pintura brega por encontrar. De aquí que esta última es una
afirmación de lo existente, del mundo físico en donde se planta la
humanidad. Cuando una pintura carece de vida el pintor no se ha acercado
con coraje lo suficiente como para lograr una buena colaboración. Se
queda en la distancia, en la copia o en meros trucos estilísticos.
Cercanía significa
dejar de lado la convención, la fama, las jerarquías e incluso el
propio yo. Desafiar incluso a la coherencia o a la razón. Puede que
el acercarse sea en exceso y se rompa la colaboración y el artista
se disuelva en el modelo.
Lograr una
fuerte y fértil colaboración es mantener un diálogo no sólo entre
el pintor y la obra, sino entre ésta y el espectador.
Decir que el
camino recorrido por un artista en su plenitud de producción
hasta el presente ha sido completado es restringirlo. Se avanzan
algunos pasos. Se logran descubrimientos en donde abrevan impulsos para
continuar la búsqueda. Nuevas realidades amplían el horizonte de expectativas.
Los objetivos
planteados por el artista y materializados como una apertura a una superación
del despliegue de una idea fuerza original, implica un proceso de unión
con uno mismo, con el otro y con el mundo. La misma obra va indicando
el camino, se va revelando.
En esta experiencia
creativa se exploran zonas insospechadas que permiten crecer,
sentir, vivir y percibir en profundidad.
¿Frente a
la obra, se produce un diálogo entre ella y el espectador? ¿Los sentimientos
y las reacciones son los esperados o deseables? ¿Satisface la
producción desde lo formal, lo visual y desde el contenido? ¿Se plantean
críticas desfavorables? ¿El desarrollo del proceso creativo es aporte
de nuevos planteos plásticos? ¿Son auténticas tanto técnica
como expresivamente?
Preguntas sugerentes
que abren al diálogo, no clausuran y hacen al devenir poético. Se
trata de un devenir poético que logre plasmarse en una imagen simbólica
de conocimiento y de identidad. En los tiempos que corren sería
adecuado hablar de imagen artística en forma global ante los procesos
de desmaterialización de la obra, corrimiento de los límites entre
las disciplinas artísticas, transgresiones de géneros y mestizajes.
Lo que en otros tiempos se consideraban expresiones autónomas o géneros
artísticos diferenciados: literatura, pintura, escultura, hoy se codean
con la expansión de la tecnología la cual es determinante en la configuración
de nuestra forma de vida, por ende las manifestaciones artísticas no
pueden escapar a su presencia.
¿Es esto arte?
¿Todo es arte? ¿Qué es ser artista? ¿Cómo sabemos que una obra
de arte es “de arte”? ¿Todos somos artistas? ¿Es el arte conceptual
un manifestación sensible equiparable con las disciplinas tradicionales?¿Deben
las artes reducirse a un simple acto perceptivo –visual, o debemos
integrar otros sentidos ¿ Es lo bello sinónimo de arte?
De eso se trata
el arte: plantear preguntas y no respuestas, que lo mantengan vivo con
el vaivén de los siglos, y que eleven al hombre y por lo tanto a la
sociedad en su conjunto, jerarquizándola.
(c) Claudia
Susana Díaz
publicado el 5-1-2009