(Córdoba) Elida Graciela Farini
Esta obra que hoy presentamos, en nombre de la Sociedad Argentina de Escritores de Córdoba, en nuestra Feria Internacional del Libro, y que se titula “Las orillas del río están llenas de murmullos”, nos sumerge en un mundo espiritual diferente.
Cuando la presidente de SADE me propuso presentar el libro de Marchant y comencé a leerlo, pensé que había sido una suerte, poder leer y referirme a una obra tan clara, tan sólida en su delicadeza artística, al que consideré como si fuera un sortilegio de tules elevados al viento.
Un viejo proverbio árabe dice que “un libro es un jardín que se lleva en el bolsillo” y este libro que habla del río y sus murmullos, de los pájaros y las flores, del árbol y la vida, se asemeja en mucho a un jardín espiritual, que es posible llevar en el bolsillo.
Su lectura nos ubica en una región donde los duendes de la creación aparecen a cada paso, para insertarnos en un universo de magníficas imágenes, llenas de dulzura de paz, de armonía.
Y recordé aquellas palabras de Dante que dicen: “sólo el amor mueve el sol y las estrellas”, porque este libro, indudablemente está hecho con amor.
“Esa gloriosa tarde vio alrededor de los rayos del sol con cuánta belleza cantaban las golondrinas. Eran golondrinas ignotas. Quizá cantaban a los ángeles, pero a él le dio con que le cantaban a su corazón”,expresa en la pág. 9
A no dudarlo esta obra sabe llegar al corazón, por la sutileza de su lenguaje, tan lleno de matices, por la armonía de sus conceptos, por su fina composición y por la sensibilidad que manifiesta.
Diríase que su obra es un canto esperanzador, de un alma que se solaza con las bellezas naturales, a las que engarza a sus propias vivencias, desde las regiones sensibles del ser humano, transformando su prosa en un compendio de colores, de música y sonidos, de frescura, en sí en una verdadera fiesta poética.
“Mientras deambulo por el tejado de las nubes, advierto que en mis ojos revolotean mariposas exóticas. De brinco en brinco, aparezco en un planeta donde es permitido cobijar en la boca tesoros de palabras…”
Y reflexiono diciendo que, pareciera que la suya es una palabra mágica, que se escapa de los labios como una caricia al ritmo de su música, siempre pacífica, siempre espiritual.
Es como si un alma traviesa, como si un ser incorpóreo y vagabundo se adueñara del mundo, del río, del entorno natural, de los pájaros, del parque y su frescura , del murmullo del agua y los sonidos del universo, para volcarlos emocionados en estas páginas tan llenas de encanto y de poesía.
“Bailaba una música que nadie oía. La música era tropical, porque tropicales eran sus sueños. Le gustaba bailar la música tropical donde nadie se molestara. Quería transformar al mundo, por eso bailaba aquella música que nadie oía.” ,“ porque lo suyo era una esperanza que latía en el espíritu”.
En este mundo de visiones, donde todo se transforma según el personaje que deambula por las cercanías de su río, el autor logra conmover a quien lo lee porque su ritmo literario lo va llevando a un espacio lleno de sugerentes, pero esperanzadoras imágenes. …
“El hombre viene de los pájaros, los pájaros alojan en los árboles, los árboles tienen ramas, troncos y raíces; el hombre también tiene ramas, troncos y raíces.”-pág. 73.
No es fácil explicar con palabras la sencillez y al mismo tiempo la profundidad de la palabra literaria de Reinaldo Edmundo Marchant.
Su prosa, en apariencia simple, tiene una connotación poética inconfundible y modifica en cada intento el pensamiento del lector, que en ella encuentra sugerencias insospechadas, variaciones definidas y un colorido temático que abarca los ritmos de la naturaleza, la simplicidad de las flores, el cosmos mágico donde se desarrolla su visión poética. Porque a no dudarlo, este libro:”Las orillas del río están llenas de murmullos” es pura poesía.
Elida Graciela Farini es una escritora argentina.
Texto de presentación en la Feria del Libro de Córdoba, 14-9-2008
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