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La ciudad celeste avanza en la ciudad terrestre; no puede fijarse a ella ni confundirse con ella. La atraviesa, pues la ciudad inferior es caduca, mientras que la ciudad de las alturas hace caso omiso de los estragos del tiempo. Ésa fue la enseñanza de San Agustín, incansablemente retomada y discutida por el pensamiento medieval. Esos hombres, esas mujeres, pensaban que el mundo se hallaba cerca del ocaso; la humanidad gastada, en declive. Sin embargo no dejaron de inventar, de mejorar, de perfeccionar, dice Jean-Maurice de Montremy. Esos hombres, esas mujeres, imaginaban un universo cerrado, |
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En busca de la Edad Media
Jacques Le Goff
Editorial Paidós
157 páginas
(Buenos Aires)
Jacques Le Goff, medievalista de reconocido prestigio internacional y heredero de la Escuela de los Anales, ha sido director de estudios en la École des Hauts Études. Entre sus obras más conocidas se cuentan La civilización del occidente medieval, En busca de la Edad Media, Pensar la historia o El orden de la memoria. En busca de la Edad Media, se realizó con la colaboración de Jean-Maurice de Montremy, periodista y colaborador habitual de La Croix, Livres Hébdo y Magazine Littéraire.
Jacques Le Goff invita a descubrir una civilización-continente. Lo que se va perfilando en sus búsquedas en el espacio y en el tiempo es Europa, una Europa cuyas fronteras son culturales, más que geográficas; una Europa que nunca fue por completo cristiana, aunque durante siglos se imaginó como tal. Le Goff demuestra cómo ese ideal permitió la construcción de la Edad Media, una época de la que surgió la nuestra, aunque no sin desgarros.
La ciudad celeste avanza en la ciudad terrestre; no puede fijarse a ella ni confundirse con ella. La atraviesa, pues la ciudad inferior es caduca, mientras que la ciudad de las alturas hace caso omiso de los estragos del tiempo. Ésa fue la enseñanza de San Agustín, incansablemente retomada y discutida por el pensamiento medieval. Esos hombres, esas mujeres, pensaban que el mundo se hallaba cerca del ocaso; la humanidad gastada, en declive. Sin embargo no dejaron de inventar, de mejorar, de perfeccionar, dice Jean-Maurice de Montremy. Esos hombres, esas mujeres, imaginaban un universo cerrado, unos valores sólidamente encarnados en los lugares y los objetos. No obstante, peregrinaban hacia otro mundo, esperando otro espacio, otro tiempo. Crearon cosas nuevas, cuando el principio mismo de novedad les parecía detestable.
Revisar la civilización medieval con Jacques Le Goff supone descubrir el dinamismo y el optimismo razonado, propios de nuestros predecesores, pero sin que ello implique realizarlos dice De Montremy, en este inicio del siglo XXI, juguete gustoso de los “grandes miedos”, este reencuentro puede deparar agradables sorpresas.
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