La metáfora del ordenador es tenida en cuenta en el paradigma metacognitivo en bajos niveles de esturctura imitables cibernética o biológicamente, pero ningún ordenador puede sentirse y no existe ningún gen que contenga el alma humana. De esta forma la lectura puede ser considerada, en un primer acercamiento cognitivo-procesual, como un ordenador (Stemberg, 1986; Norman, 1987), pero dicha tarea se personaliza metacognitivamente por la auto-observación. Los progra-mas metacomprensivos dependientes de la tarea lectora, se diferencian de los meramente cognitivos o de factor g (Bolt, Beranek y Newman, 1984) porque actúan sobre los procesos de auto-observación de estrategias y no sobre las estructuras abstractas del pensamiento.
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