La Educación Secundaria y, especialmente en sus años de obligatoriedad (E.S.O.), tiene como objetivo fundamental promover el desarrollo integral de la persona. Por consiguiente, la extensión de la enseñanza obligatoria y la definición de una enseñanza básica y común para todos los ciudadanos, propia de esta etapa, lleva necesariamente aparejado el principio de no selectividad y el carácter no discriminatorio de la misma. Esto supone la puesta en práctica de una ordenación curricular integradora capaz de ofrecer oportunidades y experiencias diversas de formación a todos los alumnos, y de actuar como mecanismo compensador. Por ello, y sin sobredimensionar su importancia, la
formación del profesorado (tanto inicial como permanente), debe ser un elemento clave para dotar de conocimientos, habilidades y actitudes a nuestros profesores con el fin de abordar el proceso integrador. El presente artículo presenta una visión crítica de la atención a la diversidad en la educación secundaria obligatoria, y la formación del profesorado que se ha de responsabilizar de dar esa respuesta educativa.
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