La calidad y funcionalidad de la toma de decisiones personales, académicas y pro -
fesionales dependen de la madurez y formación que reciben las personas a lo
largo de un complejo proceso educativo, no siempre formal, que conforma sus
capacidades y competencias para poder actuar con autonomía y responsabilidad
en aquellos momentos comprometidos en que se necesita optar entre distintas
a lternativas. En una sociedad que apuesta por la calidad de la educación, nadie
puede poner en duda la necesidad de garantizar una orientación psicopedagógica
que permita hacer realidad los principios de prevención, desarrollo e intervención
en la oferta formativa que reciben los estudiantes de los distintos niveles educativos,
así como también garantizar el apoyo y la información que requieren todas aquellas
personas que no están integradas en algún tramo del sistema educativo establecido.
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