El ser humano tiene un impulso vital que le anima a crecer, perfeccionarse y afirmar su personalidad. Este impulso le hace sentir la necesidad de dominar los movimientos de su cuerpo, de comunicarse gestual y oralmente con los demás, de controlar todo aquello que le permita aproximarse a los demás y de actuar para identificar se afectivamente con los individuos que le rodean. Todas estas conquistas las realiza en un medio rico, acogedor y favorecedor, donde el niño puede ejercer su iniciativa mediante una serie continuada de ensayos, con repetición de los ensayos logrados, que no cesarán hasta lograr el fin perseguido. A esta forma de aprender por tanteo experimental con repetición de los ensayos logrados según los principios de economía, de empuje, de prudencia y audacia es a lo que llamamos APRENDIZAJE NATURAL 0 VITAL, que es producto de la necesidad e iniciativa del sujeto en un medio rico que lo estimula y favorece su creatividad.
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