Con este año llegamos al primer lustro del siglo XXI, esto supone que el siglo XX quedó en el pasado y que el futuro es el presente. En materia educativa mucho es lo que se puede decir y hacer, los tiempos actuales exigen que las prácticas que los actores educativos desarrollan se vean plagadas de innovaciones tecnológicas que permitan estar a la par con el paradigma de la globalización; de igual manera, el aula y la escuela tienen que pasar por el filtro de la democratización y no rezagarse en este mundo tan cambiante.
|