Para que ocurra acción social debe aparecer en escena un elemento indispensable: el ser humano involucrado, interesado en resolver situaciones y problemas que afectan su condición de tal para un alcance significativo de sus realizaciones personales y sociales.
Al tomar la psicología como objeto de estudio individuos concretos, se encuentra ante sujetos con una visión del mundo básicamente individual y que para involucrarse en el contexto de acción social, deben agruparse, organizarse y relacionarse en diversos estratos sociales jugando diversos papeles que pueden ser activos, conscientes y creativos, o al menos parecen serlo. Esta interacción involucra procesos de conciencia, sentimientos y acción comunicativa.
En el devenir histórico de la sociología, la comunicación y la psicología existen algunos elementos epistemológicos precursores que nos llevan a concebir el desarrollo humano como el resultado de los cambios sociales y comunicacionales entre los diversos elementos culturales como los ritos y tradiciones.
Con la invasión tecnológica, la masificación de los medios de comunicación y el bombardeo informativo, esa concepción del ser humano en el mundo se "tambalea" y entonces la psicología trata de encontrar nuevamente su objeto de estudio; para lograrlo debe volver atrás, al igual que todas las ciencias sociales, debe, como dice Husserl "volver a las cosas mismas", hacer epojé de la teoría y de la tradición: excluir todo lo que sabemos, hacer epojé de la existencia y ver todo lo dado.
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