Hablar de calidad es un tanto complejo, por los múltiples significados que pueden atribuirse a dicho término. De la definición que se adopte y de acuerdo con la función en que el término sea usado, depende la relación que se establezca con respecto de la calidad.
Se podría hablar de alcanzar la calidad (lograrla, encon-trarla) lo que implica que no se tiene (en general o en algún aspecto específico) y por ello es que se procura, en este caso se está utilizando el término en su valor absoluto y a modo de sustantivo; algo tiene calidad sólo cuando ha alcanzado el nivel óptimo. El logro máximo, sería precisamente su sinó-nimo, por tanto sólo cabría valorar si se tiene o no se tiene, si se obtuvo o no. En este caso, se diría por ejemplo, que la educación en nuestro país tiene calidad o es de calidad, sólo si ya ha alcanzado el nivel considerado idóneo, según ciertos criterios como los de: eficiencia, eficacia, pertinencia y equi-dad. Aquí los propósitos se expresarían con frases como: en busca de la calidad o hacia la calidad, por o para la calidad, etcétera.
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