Con ocasión de la RIDEF (1) celebrada en Poitiers en Julio de 1.992, tuvimos la suerte de conocer a Irina Pressman, única participante rusa, con la que pudimos hablar durante algunos momentos.
De Irina llamaba la atención su pulcritud al hablar francés, sus extaordinarios ojos azules,la rigidez de sus gestos y ese desencanto especial que ponía cuando una situación la desconcertaba, lo que la llevaba a preguntar cómo tenía que comportarse ante una de nuestras bromas o alguna alabanza sobre sus bellos ojos.
A Irina hubo que pedirle audiencia, pues no paró de ser entrevistada por unos y por otros. Todos teníamos interés en tener noticias recientes sobre la situación de su país.
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