Muchas de las ideas o de las explicaciones que dan los niños sobre los fenómenos sociales son interpretadas por los adultos como una mera anécdota del pensamiento infantil. Sin embargo, lo sorprendente es que niños de la misma edad, aun perteneciendo a países y medios sociales diferentes, suelen ofrecer el mismo tipo de explicaciones que evolucionan en una dirección semejante. Las concepciones infantiles acerca de la guerra y la pobreza son un buen ejemplo del tipo de explicaciones que dan los niños y de los cambios evolutivos que se producen en su representación de la realidad social. Las ideas intuitivas que se desarrollan a lo largo de la infancia llegan a estar tan arraigadas que terminan conviviendo, contradictoriamente, con las explicaciones "científicas" que transmite la escuela. Por eso, se insiste cada vez más en la necesidad de promover eficazmente el cambio conceptual partiendo del conocimiento previo de los alumnos. El objetivo de este artículo (1) es hacer una breve incursión en el desarrollo de algunas nociones sociales y discutir el papel que la escuela puede tener en la formación de individuos críticos y reflexivos frente a los problemas sociales.
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