Educar para la diversidad es un reto al que nos enfrentamos los profesionales de la educación.
Adaptar los currículos a los sujetos con necesidades educativas especiales en el marco de la Educación Física es una tarea pendiente que consideramos debe comenzar a realizarse con mayor rigor.
Un análisis de los diferentes aspectos que aparecen en la legislación nos revela un especial interés hacia la atención a la diversidad, aceptando las diferencias entre los niños. Esto nos lleva a que el niño sea atendido, no tan solo en función de sus limitaciones, sino de las necesidades educativas que pudiera plantear.
Términos como integración, normalización e inclusión son cada vez más frecuentes dentro de la terminología que habitualmente utilizamos, hecho que pone de manifiesto el interés señalado.
Como profesores de Educación Física nos encontramos ante una compleja tarea: Compatibilizar los intereses generales del grupo clase con los de los niños que presentan necesidades especiales, atendiendo a sus características individuales.
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