Alguna vez escuché a alguien decir que una revista no era más que una colección de voces. Individuos distintos, con ideas y sentimientos distintos expresándose en un mismo espacio y comunicando al lector su manera de ver al mundo.
Durante más de un año tuve el honor de darle un orden a las voces que se expresaban y se hacían escuchar a través de Razón y Palabra. Más de un año de mucho trabajo, de aprender a conocer a un nuevo medio de comunicación que aún tiene mucho que ofrecer. Más de un año de recibir mensajes electrónicos de los más diversos lugares, de convivir con la gente del Departamento de Comunicación y del Proyecto Internet para hacer que las voces que la revista hospedaba se hicieran escuchar. Más de un año de pensar, cada día, en cómo iba la revista, en revisar y actualizar ligas, en buscar material y en buscar al siguiente investigador invitado para que eligiera un tema y recopliara material para la revista. Más de un año de hacer mío un proyecto creado por gente visionaria y tra
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