Para Freire el ser humano, como ser de relaciones, es desafiado por la naturaleza. En cierto modo se encuentra en oposición a ella y la transforma con su trabajo. El mundo del hombre, en cuanto separado de él, es el resultado de esa transformación de la naturaleza. Y como esa transformación es humana intervención en la naturaleza, tenemos que el mundo del hombre es un mundo de cultura, cultivado por el hombre y ese mundo se prolonga de cultural a histórico, como el mismo hombre que la constituye
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