La multivisión es un medio de gran pujanza expresiva y comunicativa. Las nuevas tecnologías han potenciado sus posibilidades artísticas, aunque hayan también acrecentado los riesgos creativos.
El audiovisual o diaporama nació como un modo de potenciar el impacto visual de la imagen fotográfica; más tarde se convirtió en un medio de divulgación didáctica, y, posteriormente, gracias al desarrollo técnico, en el espectáculo audiovisual por excelencia. Actualmente la filosofía del medio tiende cada vez más a apearse de la pantalla y alojarse en soportes tridimensionales ambientes y recintos imaginarios programados, a base de luces, colores, rayos láser, vídeos, autómatas. Los multimedia han quedado superados y se tiende a los «mixed media shows», donde un mismo sistema puede servir para alimentar un proyector de diapositivas o para echar a andar un «cuadro viviente» o una cascada de luces.
La tecnología ha hecho que la multiimagen crezca en extensión y ande mucho camino rápidamente. Sin embargo, la multivisión con soporte diapositiva y proyección en pantalla es aún un medio de gran pujanza expresiva y comunicativa, de ilimitadas posibilidades artísticas a partir de la nueva tecnología, cada vez más específico como medio creativo, alejado de ese espacio ambiguo entre la fotografía y el cine que siempre ha ocupado.
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