Historias y lógicas diferentes que en Europa han construido un panorama audiovisual monocorde en América Latina, donde iniciativas de la sociedad civil intentan ahora introducir el pluralismo de modelos. Las expectativas y riesgos del 93 europeo para aquella región se basan en estas realidades.
La invitación a pensar, desde América Latina, los nuevos escenarios de la comunicación en la Europa del Mercado único ha sido, primero, un desafío intelectual inédito. Sabemos poco de los procesos de integración europea desde la desintegración del archipiélago latinoamericano. Así, preparamos inicialmente las dos primeras secciones de este trabajo, referidas secuencialmente a la situación de la industria audiovisual latinoamericana y a las perspectivas de su integración.
Luego, la participación en la Conferencia Internacional en Madrid resultó un genuino privilegio y aprendizaje, que se registra en la tercera sección, en la forma espontánea en que fueron sintetizadas y expuestas algunas de nuestras propias reacciones a las otras ponencias e intervenciones.
En rigor, esta contribución intenta esbozar ciertos parámetros desde los cuales cualquier latinoamericano atento puede expresar sus particulares incertidumbres y perplejidades frente a los riesgos de marginalidad creciente del Tercer Mundo que acompañan a la integración europea. De la Europa de los doce, por ahora, pero pronto disfrutará de un espacio económico y político paneuropeo, en el cual la Europa del Este puede, quizás, sustituir al sur del mundo como periferia privilegiada, tanto en términos de mercados cuando de cooperación al desarrollo.
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