La brecha entre la oferta y la demanda de telecomunicaciones en los países subdesarrollados se acrecienta, con altos costes económicos. Se examinan así las fuentes financieras que podrían proporcionar los fondos necesarios para afrontar este reto v las orientaciones consiguientes.*
Cuánto invierten los países subdesarrollados en telecomunicaciones? ¿Es suficiente? Si no lo es, ¿cómo afecta la infrainversión a los usuarios y a la economía en general? ¿Cuánto debiera invertir el mundo subdesarrollado en telecomunicaciones en la década de 1990? ¿Dónde pueden encontrar los fondos necesarios? ¿Qué ajustes se requieren, en caso de ser necesarios, en la política, la estructura y la regulación para atraer fondos adicionales?
Estas son las preguntas que voy a intentar responder en este artículo. Ni que decir tiene que las respuestas a cada una de estas preguntas y a todas ellas son muy provisionales. Sobre todo porque todos los números reflejan mis propias conjeturas apresuradas, razonablemente informadas, pero conjeturas al fin y al cabo, ya que es muy difícil obtener datos fiables. Pero estoy dispuesto a ser corregido. A pesar de esta valoración, es probable, sin embargo, que los hallazgos y conclusiones sean generalmente correctos y útiles como base de discusión.
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