Un enfoque prioritariamente político del Libro Verde de las Telecomunicaciones evidencia los numerosos problemas e interrogantes planteados. Aunque se parte de la base de que una política europea de telecomunicaciones es necesaria, se reconocen diversas alternativas y, sobre todo, la urgencia de estudios de evaluación sobre las opciones elegidas.
La publicación en junio de 1987 del llamado Libro Verde de la CE sobre las telecomunicaciones (hacia una Economía Europea Dinámica. Libro Verde sobre el Desarrollo del Mercado Común de Servicios y Equipos de Telecomunicación) ha sido el sombrero de mago que ha hecho materializarse todas las tensiones, ambiciones, frustraciones y reivindicaciones latentes en el sector. Si el propio documento reconoce como su objetivo principal la estimulación de un debate a nivel europeo, entre todos los protagonistas sociales, políticos e industriales, sobre la política comunitaria en relación a las tres dimensiones del sector (institucional, industrial y de servicios), los resultados logrados permiten decir que el objetivo ha sido alcanzado.
En efecto, no debe existir grupo de presión (sindicatos telefónicos, asociaciones de usuarios, asociaciones industriales telefónicas y de servicios informáticos, agrupaciones de provisores de servicios, etc.), entidades protagonistas (corporaciones industriales, asociaciones interestados, entidades reguladoras, organismos normalizadores, etc.), y analistas del sector, que no hayan participado en este debate, del cual se han hecho eco conferencias y simposiums, así como todas las revistas especializadas.
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