El análisis de los programas dedicados por la radio y la televisión a la audiencia infantil arroja demasiados fallos y carencias. Sus conclusiones permiten adelantar propuestas para una mejor adecuación de estos programas a sus objetivos de educación y diversión.
La relación entre la programación radiotelevisiva y la infancia se ha observado desde diferentes perspectivas, pero en la mayoría de ocasiones con un espíritu detractor hacia los medios en cuestión. Las primeras investigaciones en este campo se centraron en el estudio de los efectos de la radio y la televisión en la audiencia. Más tarde, se profundizó en fenómenos más próximos a aspectos psicológicos como la identificación y la proyección del rol social de los actores mediales.
En estos análisis, el objetivo de estudio era casi siempre el conjunto de la programación sin hacer distinciones entre las producciones dirigidas a los adultos y las destinadas a los niños. En referencia a este punto, otro dato importante a anotar es la consideración de la pequeña pantalla como el medio de comunicación para niños por excelencia. Por esta razón, las posibilidades de la radio no han sido suficientemente valoradas, alegando que sus especiales condiciones de recepción son dificultosas para la audiencia infantil.
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