Las posibilidades ofrecidas por el video interactivo para la enseñanza son múltiples. Pero las consecuencias metodológicas y organizativas que debe propiciar este medio constituyen hoy la cuestión esencial.
La irrupción de los ordenadores en el mundo de la enseñanza abrió en su momento un amplio campo de investigación y de esperanza. Su capacidad de guardar y tratar la información le auguraba un brillante futuro en este campo.
La enseñanza programada había sido una metodología que se presentaba como la solución a muchos de los problemas existentes en la enseñanza. La complejidad de su diseño, los altos costos y la baja aceptación por el sistema educativo, unido a otros problemas de carácter estrictamente didáctico, hizo que no alcanzase los niveles de difusión y aplicación que para ella se habían previsto. El ordenador podía ser el soporte ideal para la aplicación de esta metodología. La CAI fue el resultado primero de esa aplicación.
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