Identificando los principales centros, apoyos y motivaciones para la investigación sobre las tecnologias de la información en los Estados Unidos de América, se revelan al mismo tiempo sus lagunas y desviaciones.
Sería de esperar que en Norteamérica, corazón de la naciente economía de la información internacional, los cimientos institucionales del conocimiento en el campo de las nuevas tecnologías de las comunicaciones fueran profundos y firmes. Sin embargo, la realidad se queda a mitad de camino. La investigación científica sobre la forma en que funcionan las tecnologías de las comunicaciones, sobre la mejora de su eficiencia y sobre la manera de controlarlas en ámbitos organizativos es, por supuesto, amplia y se encuentra bien dotada económicamente. Esa investigación tiende al progreso del creciente compromiso de las empresas y de los organismos estatales en pro de una explotación privada de la información. En contraste, no ocurre lo propio con quienes ponen en duda ese compromiso. La investigación crítica de los orígenes históricos, de la organización político‑económica y del impacto social de las nuevas tecnologías dé la comunicación es, en términos de recursos institucionales, dispersa y carece de dotaciones económicas, lo cual refleja no sólo la ausencia de apoyo organizado sino también, en cierta medida, una constante en la historia de la comunicación. En este estudio bosquejamos el esquema institucional dentro del cual se lleva a cabo la mayor parte de la investigación sobre las tecnologías de la comunicación y la información.
Dicho esquema consta de cuatro componentes básicos. Investigación Privada y Contratada, Investigación de Organismos del Estado, Institutos y Fundaciones, e Investigación de la Universidad. Seguidamente nos ocupamos de cada uno de ellos.
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