En la sociedad contemporánea, casi a nivel mundial, se está propagando penetrante y persuasivamente un poderoso panorama: la llegada de la sociedad de la información. El panorama sugiere que la "revolución de la información" es el acontecimiento histórico más importante de nuestro tiempo; una transición revolucionaria a una era fundamentalmente distinta.
Esa transición constituye el paso de una sociedad industrial a una sociedad de la información. Descripciones afines de esa nueva sociedad son: post‑industrial, postcapitalista, post ‑ideológica, y post‑protestante. Cualquiera que sea el término que se emplee, la principal característica de la transición es el aumento de la importancia de un recurso llamado "información'. En la sociedad de la información, este recurso es fundamental para todos los procesos. Por ejemplo, al tratamiento de la información se le considera el principal factor que contribuye al desarrollo económico de las sociedades.
El aspecto más importante del panorama es la creencia de que estamos entrando en una etapa radicalmente diferente de la historia de la humanidad. La sociedad de la información es una "post‑sociedad"; esto significa una ruptura con los valores, con los convenios sociales y con los modos de producción anteriores. Este matiz del panorama es "computoriano"; espera que la aplicación de tecnologías gobernadas por ordenador completarán de manera efectiva una estructura social que se caracteriza por una interminable lucha entre ganadores y perdedores, entre gobernantes y gobernados.
El panorama de la sociedad de la información tiene tres dimensiones: económica, política y cultural.
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