Los datos de referencia que proporcione cualquier producto comunicativo sólo pueden
ofrecer información parcial a propósito del objeto de referencia al que se refiere la
comunicación. Esta limitación supone que no existe una comunicación completa, si por tal
se pretendiese aquella que brinda todo el conocimiento posible a propósito de un objeto
de referencia.
La incompletitud, la parcialidad que es consustancial con la comunicación, plantea una
serie de interrogantes: ¿es posible una comunicación que permita la objetividad a
propósito del mundo?, ¿cómo estamos seguros de que la información que ofrecen los
datos de referencia es significativa?, ¿de qué modo cabe asegurarse de, que una co-municación
es válida?
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