A pesar de que en la actualidad existe un mayor reconocimiento de la diversidad étnica que conforma nuestro país, dentro de la psicología mexicana ha habido un enorme desinterés por abordar aspectos relacionados con las formas de vida y organizaciones particulares de las familias indígenas. La mayoría de los psicólogos hemos partido del supuesto acerca de que la estructura y dinámica de las familias del primer mundo serán las mismas que se presentarán en otras sociedades y, por ello, cuando se aborda el estudio de grupos distintos a las sociedades industriales, simplemente se utilizan las teorías y datos existentes en la investigación para extrapolarlos sin mayor reserva
|