Cuando se habla de los problemas ambientales suele pensarse que el tema en cierta forma nos es ajeno, como si esta problemática sucediera o fuera responsabilidad siempre de otros individuos con los cuales nada tenemos que ver, como si tales problemas surgieran por sí mismos, o bien, fueran el producto de las fábricas, las empresas o las industrias, siempre de manera independiente de nuestra voluntad y de nuestras acciones. Esta sensación de alienación, de ser extraños a nuestro propio medio, es algo que hemos incorporado a lo largo de nuestra formación escolar; esa actitud de "estoy enterado, sé lo que ocurre, pero no me concierne", es parte de la cultura individualista, consumista y depredadora en que hemos crecido, misma que se ha visto afianzada por una tradición educativa que separa el conocimiento de la percepción de la realidad.
|