Nos encontramos en una dinámica donde una nueva terminología bombardea sin cesar los sectores informático y audiovisual. Se llama multimedia a pequeños sistemas ni siquiera interactivos, con tal de vender apoyándose en una palabra de moda y los cuatro términos más utilizados mezclados en un guión medianamente atractivo sirven para diseñar un master.
Por otra parte, la avalancha Internet, el paradigma de la conectividad, es una realidad en crecimiento exponencial, que sin duda va a significar replanteamientos tecnológicos y económicos en los operadores de cable, del mismo modo que ocurre en las grandes compañías multinacionales y en el sector público.
Finalmente, la legislación regula conceptos que ya de por sí son complejos para técnicos especialistas, que por supuesto no han participado en el diseño de la ley, así que podemos imaginar la base de la que han partido los profesionales del derecho.
Partiremos de una definición de estaciones de trabajo monopuesto, tanto para infografía como para multimedia, para después conectarlas de modo que podamos definir la rama multimedia o infográfica de una red, como paso intermedio hacia la red global de video digital que tendremos en un futuro próximo.
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