Uno de los mejores indicadores del grado de desarrollo de un país es la cantidad de recursos que destina a la educación. En la empresa las inversiones dedicadas a la formación de su personal son, igualmente, pistas fiables de su grado de desarrollo y, lo que es más importante, de su preparación para asumir los retos fulgurantes de negocio que se producen en su sector económico. El dealer se enfrenta a uno de los sectores más duros en cuanto a competitividad y donde los cambios en tecnológicos y de productos más rápidamente se producen. La tecnología de e-learning ofrece al dealer una excelente herramienta con la que adaptarse a esos cambios, pero no sólo para reciclar a su personal, sino también para ofrecer a sus clientes la capacitación que estos puedan demandarle en sistemas y servicios implantados y, por supuesto, como una nueva oportunidad de negocio.
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