Además de la multitud de aplicaciones educativas de las redes tanto en la educación formal como en la informal, la utilización de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en manos de los profesores abre nuevas expectativas para su desarrollo profesional. A través de las redes los profesores pueden compartir una gran cantidad de información sobre nuevos recursos educativos, temas relevantes para la profesión y nuevas ideas para incorporar a la clase. Las redes posibilitan el acceso a un enorme conjunto de personas que están trabajando en el mismo tema, locales e internacionales y obtener ayuda desde una amplia variedad de fuentes, todo ello desde un enfoque colaborativo del propio desarrollo profesional (Harasim, 1995).
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