Frente a un aparente auge de la manipulación sensaciona1ista de la información en algunos medios de comunicación, nos parece justa la actitud de un vasto público que denuncia este hecho y protesta por él. Pero al mismo tiempo, mezclada con esta actitud vá1ida y necesaria, se está desarrollando otra que, al contrario, nos parece más bien perjudicial. La crítica, en efecto, se extiende en algunos casos a la desautorización o ridiculización de los testigos o de los investigadores e informadores de fenómenos poco comunes o aún inexplicados. En este caso, se está incurriendo en un doble error censurado por la ética: falta de respeto a las personas (testigos, investigadores) y falta de respeto a la verdad, al no investigar los hechos antes de emitir el juicio.
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