La educación integradora debe respetar las diferencias y garantizar la igualdad de oportunidades para todos los alumnos. En este sentido, la música puede desempeñar un cometido trascendental en la integración de los niños con discapacidad en el ámbito escolar, ya que la experiencia sensorial que ésta ofrece puede proporcionarles un desarrollo emocional, psicológico y social equilibrado. Asimismo, la música brinda numerosas posibilidades de expresión y es una disciplina motivadora y lúdica que despierta gran entusiasmo entre el alumnado. El presente artículo describe una intervención mediante actividades musicales llevada a cabo con un niño de primaria diagnosticado con discapacidad intelectual.
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