La evaluación es un proceso intrínseco al fenómeno escolar. Pero cuando como es nuestra situación los centros escolares están sometidos a procesos de cambio estructurales y funcionales tan frenéticos como los que todos estamos viviendo y sintiendo, padeciendo o disfrutando, conviene quizá, reducir la marcha y pararse a pensar. Nadie duda de la capacidad de reflexión y crítica que, desde criterios profesionales, tiene el profesorado para mejorar su actuación docente, lo que nos falta es tiempo, como ya señalaba con atino Lorenzo Stenhouse. Tan imbuidos estamos en resolver, día a día, los problemas que se nos presentan, que necesitamos de un pretexto para, con tranquilidad, proceder a la clarificación, análisis, reflexión y mejora, en lo posible, del funcionamiento de nuestro centro de trabajo. la evaluación de centros escolares puede ser un buen pretexto. Y esta es mi intención al proponer esta pequeña y breve aproximación al complejo tema de la evaluación.
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