“Yo quería tener un hijo porque pensaba que me iba a morir. Tuve una hija, cuando volví a mi casa no la conocía. Me costó tres o cuatro años tener una relación normal, mi primera reacción fue decir ésta no es mi hija.
En el país más sensual que conocí, Africa, en lugar de hacer el amor lo que se hacía era tomar prisioneros, tener muertos.”
En la fotografía: Tapa de "Conversaciones con Antonio Lobo Antunes"por María Luisa Blanco, Editorial Siruela.
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