Si partimos de que la misión fundamental de la ciencia es ayudar a interpretar y comprender el mundo actual, tanto desde un punto de vista universal como desde la perspectiva individual o viceversa, entonces la relación ciencia-enseñanza da lugar a una multiplicidad de diversos saberes indispensables para el desarrollo de la autonomía, la creatividad y la curiosidad intelectual de los individuos. Mas la historia nos muestra todo lo contrario, ya que la enseñanza de las ciencias sociales se enfrenta a dos grandes problemas relacionados con la formación de los docentes por un lado y por el otro con la enseñanza misma de las disciplinas, existiendo un claro desfase entre los intereses, las necesidades y el propósito de la didáctica de las ciencias sociales.
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