La Sociedad exige a nuestros niños que «crezcan» de prisa. Lo que importa es la cantidad, la apariencia de los resultados, el ritmo de los consumos. El objetivo generalizado consiste en adelantar al máximo tanto el crecimiento físico y afectivo como la apropiación de la cultura adulta.
La crianza de animales industrializada, llevada a cabo científicamente, produce el acortamiento de los tiempos de crecimiento, reducción de los espacios necesarios y de los recursos empleados, desarrollo acelerado del peso, control preestablecido del producto y de los comportamientos. ¿Qué más se pretende?
¿Por qué limitar, por consiguiente, este modelo de producción a los animales que van al matadero? ¿Por qué no ampliarlo también al terreno educativo?
Aquel, indudablemente, lleva a una modernización; modernización que hace mucha falta en esta Escuela Estatal tan arcaica, inmóvil y sorda ante el desarrollo tecnológico y ante las transformaciones sociales.
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