La organización del tiempo y del espacio en el aula ha de responder necesariamente al tipo de actividad que se vaya a desarrollar en ella.
Así, el horario habrá de adaptarse a los ritmos vitales de los alumnos, pues el alumno menos dotado intelectualmente siempre necesitará más tiempo para desarrollar su actividad que otro mejor dotado. De ahí la necesidad de montar horarios flexibles que permitan maniobrar y experimentar autónomamente al alumno.
Al distribuir el espacio de la clase deberemos tener en cuenta los distintos tipos de actividades que se van a desarrollar (lectura, manipulación de objetos, investigaciones, dramatizaciones, guiñol, asambleas, ...) procurando preparar diversos espacios que permitan montar los distintos Talleres que satisfagan la necesidad de actividad, expresión,, comunicación y autonomía.
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