AL VOLVER A revisar el Diccionario de historia de la educación en México para hacer esta reseña, no puedo sino alegrarme de que esta obra se haya realizado y de que podamos tenerla en nuestras manos. Constituye, por su contenido, formato y forma en que se llevó a cabo, una obra pionera en su ramo en nuestro país.
Antes de abordar su contenido, vale la pena ubicar el contexto en que se elaboró el Diccionario, tarea siempre necesaria para los historiadores. La obra es resultado de un largo proceso cuyos orígenes podemos ubicar, por un lado, en el seminario de investigación educativa que por más de 10 años se llevó a cabo en e Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), conducido por
Luz Elena Galván; por otro, en la elaboración del estado de conocimiento de la historia de la educación en México al que convocó el II Congreso de Investigación Educativa, hace cerca de 10 años. Un tercer momento se ubica con la constitución del Comité Académico
Interinstitucional para el Fomento y Desarrollo de la Historia de la Educación, que inició sus actividades en enero de 1994, como resultado de las dos tareas anteriores. Este Comité ha organizado en total ocho encuentros nacionales de Historia de la Educación, los cuatro últimos con participación internacional.
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