Aparentemente es una buena noticia que habrá despertado la simpatía de aquellos a los que les preocupa el tema de la educación. Sin embargo, creo que merece la pena detenerse a analizar algunos aspectos contradictorios e incluso problemáticos que hace ya demasiado tiempo pasan inadvertidos para la opinión pública y, lo que es peor, para la comunidad educativa.
Indudablemente, entre los elementos positivos de la noticia, hay que aplaudir los esfuerzos de las instituciones públicas por apoyar el desarrollo de la educación y las tecnologías, sobre todo teniendo en cuenta que hasta hace muy pocas fechas, la educación apenas aparecía en los primeros lugares de las agendas políticas de trabajo.
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