Antes que hablar de “educación sexual” tendríamos que referirnos a la “educación de la sexualidad” o a la “educación en la sexualidad”. Porque aquí tendríamos que clarificar que cuando estamos hablando de lo sexual, muchas veces se ha identificado el sexo en tanto genitalidad. La educación en la sexualidad es un término más amplio. Cuando nos referimos a la sexualidad estamos hablando de aspectos biológicos, psicológicos y sociales del ser humano que le permiten compartir y departir afectiva y eróticamente con otra persona, con otras personas o consigo mismo. En este contexto, a la pregunta de si se puede educar en la sexualidad se tiene que dar una respuesta afirmativa, ya que estamos educando en los afectos, educando en lo erótico, educando en el amor. Algunos autores afirman que la sexualidad es un cinco por ciento instintiva y el otro noventa y cinco por ciento aprendida. Lo aprendemos, por ejemplo, en cuanto al rol del género, el cual se aprende a través de la historia personal de los individuos; en ese aspecto estamos hablando de la orientación, de con quién te relacionas y de las técnicas para ejercitar la comunicación corporal y la verbal con el otro en el sentido afectivo o erótico.
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