A los 3 años, normalmente el niño empieza su proceso de escolarización en una escuela que lo acogerá hasta finalizar la etapa de primaria (a los 12 años).
El hecho de ser el primer año de permanencia en la escuela determina muchas de las actuaciones educativas que se deben tomar en relación a este grupo. La escuela deberá
decidir, entre otras cosas, cómo realizará la acogida de los nuevos alumnos y familias, cómo creará unas condiciones óptimas para lograr un proceso de adaptación progresivo y
qué contenidos serán prioritarios para que la adaptación sea fácil y gradual (orientación en los espacios de la escuela; conocimiento de las personas que la habitan; normas y
pautas de relación y convivencia, etc.). Sucesivamente, la escuela deberá ir planteando otros contenidos para favorecer la seguridad, confianza y autonomía del pequeño en este
nuevo ambiente (hábitos de higiene, de vestir, de regulación y/o resolución de sus necesidades básicas...).
En este curso tendrán lugar los primeros contactos de la familia con la escuela. Será especialmente necesario plantearse qué canales de comunicación serán más atendidos
para lograr una buena colaboración que favorezca la adaptación del pequeño y para conocer sus costumbres y necesidades.
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