Prefiero, con el viejo Lukács (1), hablar de democratización más que de instituciones democráticas. Casi todo lo que encuentro de hipócrita en la reflexión sobre la democracia si la refiero a las instituciones políticas desaparece cuando se concibe la problemática no principalmente desde un punto de vista institucional sino como un proceso: un proceso de democratización. Pues la esencia de la democracia no es una idea platónica: lo esencial de la democracia es darse como proceso. Que no afecta solamente a las institucionesla democratización es también la igualación meta política de las personas en la sociedad civil (por ejemplo, la igualdad social con independencia del sexo o –como decían los trabajadores italianos que les había enseñado Palmiro Togliattino quitarse la gorra cuando pasa el patrón).
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