Bas les masques (*) (Abajo las máscaras) está centrado en una sola cosa: el reconocimiento del conflicto sexual ‑entre individuo e instituciones como aquí, entre sexos, 13 entre padres e hijos, entre parejas, e incluso dentro de una misma persona, como en el caso de los travestidos- Lo único que interesa es hablar de ello, dando a la violencia, la indecencia y la obscenidad de esta monomaniática exigencia de confesión la apariencia ‑y la garantía‑ de un exorcismo del sufrimiento. La modalidad de funcionamiento es la de: la confesión libera. O bien: hablando la gente se entiende.
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