La crisis de la industria audiovisual europea, en la que se enmarca las crisis del audiovisual español, se debe, fundamentalmente, a cinco razones:
1.a la hegemonía de los oligopolios norteamericanos sobre los canales de difusión;
2.al desplazamiento del consumo audiovisual desde la pantalla grande a la televisión doméstica, sin que tales canales retroalimenten a las factorías nacionales productoras de imágenes;
3.a las bolsas de fraude en las taquillas de los cines;
4.al bajísimo volumen de nuestras exportaciones audiovisuales;
5.a la subestimación del importante y expansivo mercado videográfico.
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