Una revisión de los problemas de la terminología, de la generación, selección y clasificación de términos, plantea una base firme para un proyecto de traducción por ordenador.
Las páginas que siguen nacen de la preocupación por asignar el lugar adecuado a la terminología dentro de un proyecto de traducción mecánica (MT). Sin embargo, no pueden limitarse a unas consideraciones técnicas, pues están también motivadas por una necesidad pedagógica: explicar a las personas que desarrollen esta actividad en un proyecto de traducción por ordenador cuáles son los problemas básicos, además de algunas de las vías que parecen más seguras para su resolución.
Esta necesidad pedagógica es la que nos hace también elegir como lengua de trabajo para este artículo el español. La bibliografía terminológica está escrita, de modo predominante, en alemán, ruso e inglés. Los franceses, coherentes con su conocida política idiomática, que tan buenos resultados proporciona, mantienen una información suficiente para sus hablantes. En el vasto dominio de la lengua española, en cambio, falta una producción propia en este terreno. Esa laguna no puede quedar cubierta por un trabajo tan modesto como el presente; pero el conjunto de esfuerzos de terminólogos, lexicógrafos, lingüistas y documentalistas puede colocar al español en el rango que su difusión mundial hace esperar.
Dos consideraciones preliminares son evidentes: la primera es que en el mundo actual existen unos treinta millones de objetos identificados, según los cálculos de INFOTERM, lo cual supone multiplicar por cien el mayor de los diccionarios de cualquier lengua natural.
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