Los estudios teóricos, las investigaciones cuantitativas y sus aplicaciones a la realidad española permiten diseccionar el concepto y la realidad del ocio. Las nuevas tecnologías y el concepto de experimentación social abren las puertas a un ocio productivo.
En nuestro anterior artículo “Civilización del ocio y sociedad de la información” (TELOS n.° 6) habíamos tratado de desmitificar el ocio y de desmontar las interpretaciones excesivamente románticas que sobre él existen en nuestra sociedad. Iniciamos allí una revisión histórica de las distintas posiciones y concepciones que las sociedades occidentales han tendido ante el ocio que pretendemos continuar aquí. Nos habíamos quedado con Veblen y su teoría de la clase ociosa, siendo oportuno indicar que estando trabajando en la preparación de estos artículos uno de nosotros tuvo la sin par ocasión de pasar tres días como invitado en un congreso, al que también asistía de invitado, él como personalidad internacional indiscutible, el bien conocido economista y político canadiense‑americano John Kenneth Galbraith. Fueron muchas las ocasiones de hablar y las de comprobar que el gran atractivo que Galbraith tiene como escritor se acrecienta al conocerlo en persona, y que su ironía y su agudeza no han disminuido con los años, pero el azar quiso que en la larga cena de clausura estuviera a su lado en la mesa presidencial. Fue el momento de abordar el tema Veblen. Sabíamos lo mucho que Galbraith menciona a este autor en sus libros y la gran afinidad que parece tener con él, sobre todo en su dimensión de crítico de la sociedad industrial. Creíamos, por otra parte, que habían coincidido como profesores en algunas de las universidades en que ambos enseñaron. Nos confirmó su conocimiento profundo de la obra de Veblen e incluso su dependencia de él en algunos aspectos, pero también que nunca llegó a conocerlo en persona, ya que cuando él fue contratado como joven profesor en la Universidad de Berkeley hacía dos años que Veblen había muerto. Conoció en cambio a muchas personas que habían tenido amistad con él y aprendió mucho de su vida y de su obra.
|