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La Comisión de las Comunidades Europeas a través de sus comisarías y de sus distintas direcciones generales, está apostando con fuerza por el sector de las comunicaciones, incluyendo a las telecomunicaciones en general, a la información y a los medios de comunicación de masas. Europa sabe que en este sector se está dilucidando el futuro económico, y sobre todo tecnológico, de los países industrializados y se da cuenta de que Estados Unidos y Japón están tomando con gran rapidez posiciones estratégicas a escala mundial para la Comunidad la creación de 4 ó 5 millones de puestos de trabajo en los próximos diez años y la competitividad y seguridad de entre 30 y 60 millones de puestos adicionales, según opiniones documentadas de Tjakko Schuringa, Director de Telecomunicaciones de la Dirección General XIII de la Comisión. Las tecnologías de la información están en la base del desarrollo de estas áreas de actividad y un porcentaje muy alto de estas tecnologías tiene que ver o está influenciado por las telecomunicaciones. La creación de lo que suele llamar “espacio europeo de las telecomunicaciones” se entiende que sea, en estas circunstancias, un asunto de máxima prioridad, y se comprende que poco a poco los distintos países europeos se vayan convenciendo de su necesidad y estén procediendo a romper el hielo que rodea a sus bien enquistados PTT's e industriales locales de telecomunicación.
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