Asistimos al nacimiento de múltiples técnicas que generan variedad de servicios. Una de las tendencias que con mayor claridad se detecta es la integradora. El tratamiento automático de la información dio origen a la informática; la unión de telecomunicaciones e informática ha propiciado la telemática; y la incorporación y vinculación total o parcialmente de ésta a los medios de comunicación social conduce a la telemediática.
La tendencia telemediática está engendrando unas concepciones que implican nuevas formas de organización empresarial y de producción ‑grupos multimedios‑, de circulación o distribución ‑multinacionales y consorcios internacionales o interregionales‑, de agrupaciones de almacenamiento y conservación ‑redes mundiales de bancos de datos‑, y de recepción en pantallas electrónicas individualizadas o en el televisor multifuncional, que está haciendo surgir otros modos de defensa mediante las asociaciones de usuarios como una manera de comportamiento ante las estrategias corporativistas de los emisores y difusores de información.
La telemediática borra las diferencias tipológicas clásicas de información. Una información que se ha constituido en uno de los factores característicos de la sociedad actual. Ya no se refiere sólo a la información periodística en su acepción restringida de noticia de actualidad y de lo extraordinario de una sociedad, sino también a la información como levadura de toda ficción y desarrollo social.
A esta tendencia integradora de la técnica y de la concepción global de la información corresponde un planteamiento integral del desarrollo. Un desarrollo que se centra tanto en lo técnico, económico y político como en lo social, educativo y cultural, y que cristaliza en unas relaciones comunicativas más fluidas, entendida la comunicación como un proceso que tiende a la interactividad de emisor y receptor en el mismo nivel de planteamientos y con la participación real y concreta del receptor en la producción y distribución o almacenamiento de información y no sólo en el de la recepción pasiva o falazmente activa.
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