A partir de las realidades actuales y de las tendencias comprobadas, se abordan críticamente las teorías románticas y simplistas sobre la identificación entre “civilización del ocio” y “sociedad de la información”.
De acuerdo con un reciente artículo del economista y Premio Nobel de Economía Wassily W. Leontief, aparecido en el Herald Tribune(1), la aplicación generalizada de las nuevas tecnologías de la información puede llevar a una escasez de mano de obra, al ser posible pensar que tales tecnologías van a generar una cantidad masiva de puestos de trabajo. Esta opinión contradice anteriores posiciones de Leontief, quien en un artículo aparecido en Investigación y Ciencia y puesto en español por uno de nosotros, da por hecho que el desempleo está aquí para quedarse, y aboga por una actuación de los gobiernos en la distribución del empleo existente. Dice este autor: “A largo plazo, la gestión pública, en respuesta a la incipiente amenaza del desempleo tecnológico, deberá tender a asegurar una distribución equitativa de trabajo y renta, teniendo mucho cuidado de no obstruir, ni siquiera indirectamene, el proceso tecnológico” (2).
No es extraño este cambio de opinión teniendo en cuenta el esfuerzo que Leontief parece estar dedicando en los últimos años a la investigación de los temas económicos relacionados con la tecnología y el empleo, y conociendo el enorme potencial de actividad humana que se encierra en las nuevas tecnologías de la información y en esa visión de la sociedad futura que se ha dado en llamar Sociedad de la Información.
Dicha sociedad, caracterizada por un uso intensivo de información que facilitaría la difusión de conocimientos y el interés de los hombres por profundizar en ellos, lo que de verdad parece que puede hacer es reorientar el consumismo actual hacia productos y servicios que no saturarían nunca la capacidad de absorción del hombre y que no agotarían ningún recurso natural, al estar basados, sobre todo, en recursos de inteligencia humana. Pero esto no es, de momento, nada más que una lejana posibilidad en cuyo debate no deseamos entrar para no añadir leña al fuego de la especulación sin orden ni concierto en la que muchos autores actuales parecen estar cayendo. El “Cómo desde aquí se llega hasta allí” es tan difícil de establecer hoy día que parece conveniente antes de dar rienda suelta a la imaginación el analizar los datos y los hechos.
Este artículo, surgido como una primicia de la labor de investigación sobre el tema iniciada recientemente por FUNDESCO, intenta revisar algunas evidencias sobre la ya bastante debatida cuestión del aumento del tiempo libre en la sociedad post‑industrial y sobre la ayuda que las nuevas tecnologías de la información pueden prestar a su utilización creativa.
|